Lavado de manos con la grifería automática con sensor de Monolith
El grifo dispone de un sensor de infrarrojos, con ayuda del cual se inicia el suministro de agua sin necesidad de contacto. Esta es una solución particularmente higiénica, no solo en instalaciones sanitarias de edificios públicos, sino también en baños privados. La corriente se detiene automáticamente transcurridos 60 s, lo que también contribuye a reducir el consumo de agua. Otro punto a favor en términos de higiene: El caño con sensor automático se pone en marcha cada 24 h, de manera que el agua no quede estancada en el grifo y, al mismo tiempo, se limite la proliferación de bacterias. Nota: El sensor precisa de cuatro pilas AA (1,5 V) para su funcionamiento.
En la fabricación de este grifo con sensor automático se ha empleado latón cromado, material que presenta numerosas ventajas: La superficie lisa y fácil de limpiar garantiza un trabajo higiénico sin esfuerzo incluso en entornos con gran volumen de trabajo. Al mismo tiempo, este material es particularmente resistente y, en combinación con la excelente mano de obra, presenta una vida útil particularmente larga.
La instalación a través de la conexión G1/2" es muy sencilla e intuitiva, por lo que también se puede realizar sin necesidad de contratar a un profesional. Para la instalación del grifo con sensor automático solo se requiere un hueco correspondiente en el lavabo, cuyo diámetro ha de ser de al menos 30 mm.