Eficiente – el extractor eólico es impulsado por el viento, por lo que es ideal para sistemas de ventilación sin suministro eléctrico
Duradera – el extractor de humo para chimenea es de acero inoxidable resistente y puede soportar las inclemencias del tiempo durante mucho tiempo
Multifunción – el extractor de tejado resiste fuertes vientos y evita que la lluvia, la nieve, las hojas y otros objetos entren en el hueco de la chimenea
Sencillo – el ventilador de tejado se instala rápidamente y sin necesidad de herramientas especiales ni conocimientos previos
Universal – con un diámetro de 30 cm, la turbina de ventilación se adapta a gran cantidad de chimeneas diferentes y es apto para viviendas, almacenes y mucho más
Extractor eólico en acero inoxidable accionado por viento para proteger el conducto de ventilación de hojas y precipitaciones
El extractor eólico de MSW ofrece la máxima protección contra hojas, lluvia, nieve y animales en el conducto de ventilación. Su robusta construcción puede soportar fuertes vientos, de modo que los gases de combustión y el aire viciado se extraen de forma óptima, incluso con tormenta. La rotación del inserto impulsado por viento crea un vacío en el eje, que aspira el aire. Esto favorece el funcionamiento seguro del sistema de extracción de aire, incluso sin electricidad, o de la chimenea.
Extractor eólico de MSW de fácil instalación
Podrás colocar fácilmente el extractor de humo para chimenea por tu cuenta. No necesitas autorización, conocimientos previos ni herramientas especiales. El extractor, que recibirás premontado y listo para usar, tiene un diámetro de 30 cm. La turbina mide 40 cm. El ventilador empieza a moverse con una diferencia de temperatura de solo 0,5 °C y ventila así continuamente salas interiores, almacenes y naves de producción. Con viento fuerte, la capota gira hasta 1400 rpm sin deformarse.
La cubierta de la chimenea es de acero inoxidable de alta calidad resistente a los ácidos. El material desafía todas las condiciones meteorológicas y las sustancias químicas contenidas en el humo, lo que aumenta considerablemente la vida útil de la chimenea.