El elevador magnético convence por su fácil manejo
El aparato elevador magnético tiene un potente imán de neodimio. Con el imán permanente, las cargas ferromagnéticas, como vigas de acero o carrocerías de automóvil, pueden levantarse sin problemas. El elevador de imán puede soportar objetos planos de hasta 1.500 kg y objetos curvos de hasta 750 kg. Sostiene con seguridad tubos con un diámetro de 150 a 350 mm. A diferencia de las carretillas elevadoras o los brazos de agarre, el transporte magnético es delicado con la superficie de la pieza.
El imán elevador convence sobre todo por su manejo rápido y sencillo. El dispositivo compacto y ligero solo tiene que colocarse en el centro de la pieza. El imán se activa girando la palanca. La elevación se lleva a cabo sin suministro de electricidad.
El imán elevador se caracteriza por su seguridad probada. Con la ayuda de un test Air-Gap, una prueba de desgarro con hueco de aire, se le otorgó el coeficiente de seguridad 3+ (EN 13155). De esta forma, podrás confiar en la capacidad de carga incluso en condiciones difíciles. Con una fuerza de arranque de 4.700 kg para piezas planas, el imán de elevación ofrece la máxima seguridad en el trabajo.
La estructura compacta es extremadamente estable y su construcción se asienta con solo dos tornillos avellanados. La argolla de suspensión con un diámetro de 20 mm, que proporciona una conexión segura con el polipasto utilizado, demuestra ser igual de robusta. La fabricación de alta calidad de todos los componentes garantiza que el elevador magnético pueda utilizarse de forma duradera y potente.